El finde pasado, con algo de tiempo, y pensando en la tarta de cumpleaños que tenía que realizar para dos personas, me decidí a realizar los Macarons.
Los macarons son unos pequeños dulces de origen francés de almendra que a todo aquel al que había escuchado que lo había probado decía lo mismo, "Bueniiiiiiiiiisiiiiiiiiiimooooos¡¡¡¡¡". Sin embargo, también todo el que se había enfrentado a ellos decían que no era una cosa fácil de hacer (y tienen toda la razón).
Con los ingredientes encima de la mesa me puse manos a la obra, batir las claras, añadir al azúcar glas y la almendra molida...
...y en ningún momento dejar de mezclar¡¡¡¡
(jolín las manos me las he dejado aquí de tanto batir, y después encima con las muletas a todos lados, ahhhhhhhhhhh¡¡¡¡¡¡¡)
Bueno seguimos, una vez mezclados todos los ingredientes obserbo que la consistencia de la masa es demasiado líquida pero, como es mi primera vez, sigo adelante. Coloco la masa en una manga y dispongo pequeños discos sobre el papel vegetal.
Nooooooooooooooo¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡, esto se espachurre tela y no guardan las formas pero...
...uhmm uhmm, esto está bueno de verdad. Seguimos, vamos ahora a dejar que se seque todo para poder después hornearlos
El olor que sale del horno y, por extensión, de la cocina es mortal.
Sacamos, dejamos enfriar un poco y...
...este es el resultado. Sí, lo sé, si buscais macarons en don google no se parecen en nada a los mios pero sí deciros que de sabor estaban como me habían dicho, ¡¡celestiales!!
Los separé todos y los puse por parejas y los rellené de nutella y de ganache de chocolate con leche, ¡¡MORTALES!!.
La próxima vez me comprometo a hacerlos mejor y dejaros unas fotos mejores.
Un saludo¡¡¡¡¡¡
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