A casa llegó un encargo para la novia de un compañero de Pilar. Querían una tarta algo especial, pero sobre todo que sorprendiera a la cumpleañera.
Su motivo principal, una figurita, que después se pudiese guardar de recuerdo. Una muñequita cuya imagen me llegó por whatsap. Y que realmente no sabía de dónde podría ser. Por ahí comenzó la búsqueda. Y resultó ser la protagonista de un cuento. El cuento de la Cenicienta que no quería comer perdices.
y aquí podéis ver el cuento
La tarta era blanca, pintada a mano dándole una tonalidad celeste vintage. Como sí del cielo se tratase. Y al rededor de ella imágenes del propio cuento, pintadas a mano sobre papel de arroz.
Sobre ella, la cenicienta. Una cenicienta muy peculiar, que daba imagen y protagonismo a su propia tarta.
Felicidades María!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario